En mi opinión, los lazos de amistad no pueden mantenerse eternamente en el tiempo si quienes los poseen no comparten cada cierto período de tiempo, unas palabras en vivo.
Gozamos de muchos medios de comunicación capaces de "suplir" esta necesidad que expongo, pero claramente nada reemplaza a una conversación frente a frente.
Hace algunos días, tuve el placer de reencontrarme con algunas figuras, con quienes compartí mucho tiempo por algunos años. De esa forma me di cuenta que era fácil devolver el tiempo y sentirse como en aquellos años menos estresados y con muchas menos responsabilidades, fue muy bonito.
Así también recordé, en parte junto a ellas, a otros con los cuales no comparto una mirada cómplice hace bastante tiempo. Algunos fueron más cercanos que otros, pero hoy sólo veo a algunos en fotos, escucho de otros por amigos y recordamos lo que fueron con los pocos que hoy puedo saludar con un abrazo.
Que lástima haber perdido ese contacto, especialmente con quienes has compartido varios años. Que triste tener que escuchar o leer sólo recuerdos de lo que fuimos en las vidas de los otros, sin espacios verdaderos para hacer crecer ese hermoso vínculo.
Triste también es saber, que a pesar de estar al alcance de un mensaje, un mail, un click, una llamada o unas cuadras, prefieren permanecer ausentes, entusiasmados con lo nuevo que viven y los nuevos individuos que hoy ocupan un asiento junto a ellos. Hoy ellos comparten aventuras y desdichas que yo me pierdo, al igual que lo que ellos no vivirán ni presenciarán del pasado, pero que sólo me sirve de recuerdos de una amistad agonizante.
Debemos ser responsables en nuestro trato hacia los demás, intentado no caer en la flojera de vivir e intentar disfrutar del recuerdo fácil y cada vez más lejano de lo que compartimos. Actualicemos las Amistades.
Gozamos de muchos medios de comunicación capaces de "suplir" esta necesidad que expongo, pero claramente nada reemplaza a una conversación frente a frente.
Hace algunos días, tuve el placer de reencontrarme con algunas figuras, con quienes compartí mucho tiempo por algunos años. De esa forma me di cuenta que era fácil devolver el tiempo y sentirse como en aquellos años menos estresados y con muchas menos responsabilidades, fue muy bonito.
Así también recordé, en parte junto a ellas, a otros con los cuales no comparto una mirada cómplice hace bastante tiempo. Algunos fueron más cercanos que otros, pero hoy sólo veo a algunos en fotos, escucho de otros por amigos y recordamos lo que fueron con los pocos que hoy puedo saludar con un abrazo.
Que lástima haber perdido ese contacto, especialmente con quienes has compartido varios años. Que triste tener que escuchar o leer sólo recuerdos de lo que fuimos en las vidas de los otros, sin espacios verdaderos para hacer crecer ese hermoso vínculo.
Triste también es saber, que a pesar de estar al alcance de un mensaje, un mail, un click, una llamada o unas cuadras, prefieren permanecer ausentes, entusiasmados con lo nuevo que viven y los nuevos individuos que hoy ocupan un asiento junto a ellos. Hoy ellos comparten aventuras y desdichas que yo me pierdo, al igual que lo que ellos no vivirán ni presenciarán del pasado, pero que sólo me sirve de recuerdos de una amistad agonizante.
Debemos ser responsables en nuestro trato hacia los demás, intentado no caer en la flojera de vivir e intentar disfrutar del recuerdo fácil y cada vez más lejano de lo que compartimos. Actualicemos las Amistades.
