viernes, 17 de agosto de 2007

Remuneración - Experiencia de una Práctica Profesional

En tiempos de debate por el salario mínimo, el salario justo, el excedente del cobre; me he tomado la libertad de exponer mi humilde experiencia en el mundo del tabajo y el salario.

Como todo estudiante, debí cumplir con el requisito de realizar mi Práctica Profesional (1), la cual desempeñé en cierta institución Estatal por un período algo superior a 1 mes, y que extendí por cerca de 5 meses extra como estudiante-trabajador. En este tiempo aprendí cosas nuevas pero bastante específicas, cosas que no podría aplicar en otra organización ni creo que se den. De esta forma, mi verdadero aprendizaje radica en el aspecto Humano, en las relaciones interpersonales, horarios de trabajo, almuerzos en el mismo recinto, el añorado y nunca suficientemente justo sueldo y, como no, la "sacada de vuelta".

Y no piensen que soy de los típicos Chilenos flojos, sino que una cae en el saco de los estudiantes en práctica a los que no se les pide mucho y con tal que no la embarren, están bien. He aquí otra experiencia positiva, cuando uno demuestra que es más de lo que esperaban. Es bonito y motivante, dan deseos de aportar de manera óptima, de seguir mostrando lo que uno vale, lo que es capaz de aprender y manejar. Me encantó cumplir mis tareas mucho más rápido de lo que me exigían.

A este espacio, aparentemente idílico, le faltaba un parte importante, el sueldo. Ninguna de las 2 Alumnas en Práctica sabíamos cuanto nos pagarían ni exactamente hasta cuando trabajaríamos, sólo sabíamos que nuestros superiores lo determinarían... de vuelta de vacaciones de verano! (vacaciones=mes febrero) Uff, vacaciones sin goce de sueldo. Claro que finalmente llegó el gran día, fueron depositados los pesos correspondientes en mi cuenta, por primera vez podía revisar el saldo en un cajero y ver que esos números eran fruto de un trabajo completamente ajeno a cosas familiares o universitarios, no fue mucho y duró menos.

Pienso en las miles de personas que se encuentran en situaciones igualmente inestables o peores, sin saber exactamente cuando ni cuanto les pagarán, pasando varios fines de mes sin pesos que cobrar y cuando por fin llega el día, es un escuálido salvavidas del cual depende una familia.

Esos pesos que deben matar el hambre de los niños, que deben cubrir la desnudez de sus cuerpos, con los que deben comprar salud, educación, dignidad!!

En Chile tenemos recursos económicos, pero más nos sobran explotadores de seres humanos.


¡¡Contribuyamos a la justicia!!